martes, 18 de noviembre de 2008

La voz que clama en el desierto


¿Dónde están los titiriteros del "No a la guerra" con lo de Afganistán?, se preguntan nuestros amiguitos liberofachas día sí y día también en cuanto espacio de la cibercosa pueden emborronar.

Hacerles ver las notables diferencias entre las misiones de Irak y las de la antigua Ariana es tarea ímproba y en ningún caso baladí (que diría Pío Moa); no obstante intentaremos ofrecer unas pinceladas por si alguna mente pensante pudiera obtener algún provecho de las mismas. Algo que, por muy optimistas que seamos, dudamos que vaya a ocurrir.


Vaya por delante que, a pesar de atenerse al derecho internacional, la operación militar yanqui en tierras afganas me parece un despropósito. Básicamente porque la experiencia soviética en aquellas tierras demuestra que es un avispero del que únicamente se puede salir trasquilado, que un ejército regular tiene poco que ganar en un territorio hostil donde se emplean tácticas de guerra asimétrica; pero doctores tiene la iglesia, oigan, y si ellos consideran que la mejor manera de matar moscas es liarse a cañonazos, sus razones tendrán. Por partes:


Operación Iraqi Freedom, Irak.

El 20 de marzo de 2003, Estados Unidos lanzó una ofensiva sobre territorio iraquí con el apoyo de una fuerza internacional compuesta principalmente por tropas yanquis y británicas, apoyadas por pequeños contingentes de diversa procedencia. Ningún país árabe apoyó públicamente la invasión, otro tanto ocurrió con varios países de la OTAN.

La excusa era el inminente peligro que Irak suponía para el occidente judeocristiano por sus armas de destrucción masiva, prestas a ser usadas en un breve lapso de tiempo. En los estadíos previos a la agresión, los inspectores de la ONU no hallaron evidencias de esas armas y criticaron la laxa labor de inteligencia que los servicios británicos y yanquis habían llevado a cabo. El grupo de búsqueda dirigido por los USA, concluyó que Irak había abandonado el programa de WMD en 1991 y que en ese momento no había ningún otro en marcha.

Adujeron también que el régimen iraquí prestaba apoyo a Al-Qaeda, obviando que las huestes de Osama detestaban a un gobierno que permitía convivir a cristianos de todas las confesiones, judios y musulmanes en tierras que cobijan santuarios musulmanes. Al final, aparte de la consabida altruista misión de imponer la democracia a base de bombardeos, la cosa quedó en que Dios le había dicho al inquilino de la Casa Blanca que había que colgar a Saddam y a tomar por culo.

La ONU no apoyó esta invasión. Su Secretario General declaró, por activa y por pasiva, que el ataque era ilegal. Hubo una resolución posterior -tras el desastre patente de la intervención y el deterioro irreparable de la situación del pueblo iraquí- para el envío de fuerzas multinacionales.

Y vale, aunque las fuerzas españolas no iban en misión de combate, apoyaban a un contingente que sí lo hacía, de forma ilegal. Y acabaron a tiros.


Operación ISAF, Afganistán.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas autorizó el despliegue de una Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) tras la firma de los Acuerdos de Bonn.

El objetivo era apoyar a la Autoridad de Transición Afgana en el mantenimiento de la seguridad en Kabul y sus alrededores. En agosto de 2003 la OTAN a petición de Naciones Unidas asumió el mando de las operaciones de ISAF.
La presencia de ISAF en Afganistán está amparada por varias resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (la última la 1707 de 12 de septiembre de 2006) y la petición del propio gobierno local. En un principio la intervención se limitaba a la zona de Kabul, pero tras la evolución de la situación, se extendió a todo el territorio.

En ISAF participan actualmente unos 37.000 efectivos de 37 países (26 de ellos de la OTAN).
Las Naciones Unidas y la OTAN se dedican, principalmente, a la reconstrucción del país apoyando a las instituciones locales, participando en la reconstrucción de infraestructuras y en la formación de la policía y el ejército afganos.

Y sí, es un país en guerra, si los soldados se ven en la necesidad, tendrán que hacer uso de las armas. Aunque también podrían dedicarse a lanzar besos mientras esquivan las balas, pero los resultados no iban a ser positivos.

Operación Enduring Freedom, Afganistán.

En un principio se llamó "Justicia Infinita" (en fin...), pero para no ofender a las buenas gentes que dicen que eso de la justicia infinita es cosa de Dios, Alá o el MonEsVol, acabó denominándose "Libertad Duradera". Esta es la operación de combate -amparada por la ONU- pura y dura. La llevan a cabo fuerzas yanquis (también envueltas en ISAF) y afganas. Su objetivo era, en un principio, acabar con las infraestructuras y los campos de entrenamiento terrorista que -aquí sí- adornaban el paisaje.

En 1996, Ben Laden se trasladó a Afganistán invitado por Abdur Rabb ur Rasool Sayyaf, líder de la Alianza Norte. Cuando los talibán accedieron al poder, Osama forjó una alianza entre ellos y Al-Qaeda. Sus guerreros se integraron en el ejército talibán entre 1997 y 2001, año en el que la red del millonario terrorista árabe reivindicó los atentados del World Trade Center.

Estados Unidos exigió la entrega de Osama y el régimen talibán le hizo la contrapropuesta de juzgarlo (siempre conforme a la sharia) en Afganistán o en un tribunal internacional en Pakistán, así que los yanquis decidieron que, después de coleguear con ellos unos años, el régimen talibán era antidemocrático y comenzaron las acciones bélicas.


Como verán, las diferencias son sustanciales. En el totum revolutum cotidiano de nuestros ardientes derechones, Afganistán es el Irak de ZP. Pero los deseos en raras ocasiones consiguen imponerse a las realidades.


10 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo tuyo se llama moral... intentar explicar algo a los "libegales" es predicar en el desierto.

Entre tu y yo, las dos son una mierda, pero al menos una huele menos mal que la otra.
Pero chitón y que esto no salga de aquí, que despues los hijos de la Cope se aprovechan de lo que decimos.
Por cierto, ¿sabes su última ocurrecia?. En COPE Catalunya están poniendo una cuña contra "la persecución de los nacionalista" cuyo fondo musical es l'Estaca de Lluis LLach.

Saludos

Anónimo dijo...

¿les ha vuelto a dar por ahí?
Yo hace tiempo que desistí de contestar. Y en mi blog últimamente también lo hago: les digo que el mejor favor que le pueden hacer a España es pegarse un tiro y punto.
Ya que me llaman estalinista que sea con razón.
Que son peor que los testigos de jehová, en serio, "Franco era socialista" "Hitler nacionalista y socialista" "El golpe de 1934"...

Lo de este país es de traca: de derecha franquista, hemos pasado a derecha franquista y "libegal" revisionista.La dictadura del pelmazo.

Además ¿me tienen que decir ellos cuándo me tengo que manifestar? Pues por no darles el gusto, no lo he hecho ya, que si no, ya le hubiese montado 4 a zapatero por no mandar al gobernador civil que ordenase cargas policiales y pelotazos a discreción en más de una manifestación centrista

Anónimo dijo...

Si las instituciones creadas para el uso funcíonaran bien y con justicia, no habría otra misión y ejército legítimo que el de la fuerza internacional enviada por Naciones Unidas en democrática votación.
Todo lo demás: politiqueo.
Tan fácil y tan difícil.

Anónimo dijo...

Sr Fétido, no me sea tan socialista, que nunca es bueno para ser objetivo. Y está usted tan guapo cuando políticamente se moja menos...

Fet dijo...

Señora mía, no se trata de socialismo o no. Se trata de que cuando las cosas no son, no son.
La operación (de la ONU) en Afganistán es una misión de paz (solicitada por el gobierno afgano)en un país en guerra, al igual que la de Líbano. La operación (española) en Irak era de apoyo a un contingente bélico. A una invasión ilegal.
De todos modos, lejos de mí el ánimo de parecer equidistante. No lo soy, y aunque los "socialistas" no sean santo de mi devoción, los prefiero sin dudarlo un segundo a la inmundicia moral de nuestra derecha.

Fet dijo...

Por cierto, ISAF y Enduring Freedom no interactúan.
Así que si hay que gritar "No a la guerra", no será a un gobierno que nada tiene que ver en ella.

Anónimo dijo...

Querido Fétido, me parece absurdo, que la ONU pague (con dinero y con sangre) una misión de paz en un país que está como está por los intereses económicos de la gran potencia, o cuando los talibanes llegaron al poder y fueron subvencionados por EEUU no eran radicales? no eran islamistas cerrados? no prohibieron libertades? Pregúntese de dónde viene la fortuna Laden, antes eran santos y ahora terroristas?...
Y la ONU, "bendita" asociación, no se preocupa por el problema Palestino? no importa la paz allí? o es que no interesa hacerle frente a Israel (que son, en el fondo, más amos del mundo de lo que lo son los de las barras y estrellas)? Que todo huele y apesta, y mientras los tontos de a pie nos lo creamos, seguiran haciendo del mundo lo que unos cuantos quieran. Dinero, todo es dinero, deje la paz a un lado, que no hay mayor blasfemia que esa palabra en boca de un político.

Fet dijo...

En 1995 participé como casco azul de UNPROFOR en una misión de paz de Naciones Unidas en Bosnia i Herzegovina, justo en las instancias previas al último ataque de la OTAN sobre territorio serbio. Llevé agua y gasoil a campamentos de refugiados para que pudiesen disponer de ello; recogí a niños abandonados a su suerte para ser utiizados como arma política; trasladé en camión a docenas de niños, ancianos y mujeres fuera de zonas de conflicto. Hice miles de kilómetros por carreteras de infarto para llevar víveres y ropa a mucha gente que carecía de ello...
No me diga que todo es lo mismo, amiga mía, porque no. Cuando hacemos funambulismo sobre el alambre de que todo es una mierda porque algunas cosas lo son, solo buscamos justifición a nuestro propio egoísmo.
Sé objetivamente que la ONU es un títere en poder de USA, que se han permitido barbaridades como la de Ruanda o lo que ocurre actualmente en Congo o Palestina. Pero también sé lo que es una guerra y que a ella se puede ir de dos maneras: a ayudar a los que sufren el horror o a apoyar a los que lo provocan.
Sí, son cosas muy distintas.

No tome esto como "argumento de autoridad", es sólo una descripción de algo que he vivido.

Anónimo dijo...

Vuelvo a repetir, querido Fétido, no le recrimino su voluntariado, ni lo bueno que pueda hacer un ejército o soldado, sólo ataco que un político (probablemente sin excepción) use en sus labios como argumento el término paz o el término justicia. Me parece denigrante para mi intelecto, aún siendo éste tan corto.

Capitán Tormentas dijo...

Buscamos restaurar valores democráticos en Afganistán y abandonamos al pueblo saharaui en manos del moro loco…¡Que despropósito!