domingo, 9 de mayo de 2010

Párrafos indelebles: Answer



Un comentario de Samug en lo de Donja me hizo recordar uno de mis relatos favoritos de siempre. No recuerdo exactamente donde lo leí por primera vez, hace ya varias décadas, cuando no era más que un adolescente pirado por el terror y la ciencia-ficción... espera...

La historia se titula "Answer," del libro "Angels and Spaceships", escrito por Fredric Brown. Este es el texto original, tras el cual he realizado una traducción para anglófobos:

"Dwar Ev ceremoniously soldered the final connection with gold. The eyes of a dozen television cameras watched him and the subether bore through the universe a dozen pictures of what he was doing.
He straightened and nodded to Dwar Reyn, then moved to a position beside the switch that would complete the contact when he threw it. The switch that would connect, all at once, all of the monster computing machines of all the populated planets in the universe--ninety-six billion planets--into the supercircuit that would connect them all into the one supercalculator, one cybernetics machine that would combine all the knowledge of all the galaxies.
Dwar Reyn spoke briefly to the watching and listening trillions. Then, after a moment's silence, he said, "Now, Dwar Ev."
Dwar Ev threw the switch. There was a mighty hum, the surge of power from ninety-six billion planets. Lights flashed and quieted along the miles-long panel.
Dwar Ev stepped back and drew a deep breath. "The honor of asking the first question is yours, Dwar Reyn."
"Thank you," said Dwar Reyn. "It shall be a question that no single cybernetics machine has been able to answer."
He turned to face the machine. "Is there a God?"
The mighty voice answered without hesitation, without the clicking of single relay.
"Yes, now there is a God."
Sudden fear flashed on the face of Dwar Ev. He leaped to grab the switch.
A bolt of lightning from the cloudless sky struck him down and fused the switch shut."


"Dwar Ev soldó ceremoniosamente con oro la conexión final. Los ojos de una docena de cámaras de television lo observaban y una docena de imágenes de lo que hacía viajaron a través del universo.
Saludó a Dwar Reyn, se situó al lado del botón que completaría el contacto cuando lo iniciase. El conmutador que uniría, todas en una, la totalidad de las colosales computadoras de los planetas poblados del universo -noventa y seis mil millones- en el supercircuito que conectaría todas en una única supermáquina, un órgano cibernético capaz de combinar todo el conocimiento de todas las galaxias.
Dwar Reyn dirigió un breve discurso a los billones de espectadores. Tras un momento de silencio, dijo, "Ahora, Dwar Ev".
Dwar Ev inició el sistema. Sonó un zumbido magnífico, el poder de noventa y seis mil millones de planetas. Las luces relampaguearon y se detuvieron a lo largo del panel de kilómetros de longitud.
Dwar Ev retrocedió y respiró profundamente. "El honor de hacer la primera pregunta es tuyo, Dwar Reyn."
"Gracias, " dijo Dwar Reyn. "Será una pregunta que ninguna máquina ha sido capaz de contestar con anterioridad".
Se volvió hacía la máquina: "¿Existe Dios?"
La poderosa voz respondió sin titubeo, sin el más mínimo sonido mecánico.
"Ahora sí".
El pánico apareció repentinamente en el rostro de Dwar Ev. Saltó intentando alcanzar el botón.
Un rayo cayó desde el despejado cielo, abatiéndolo y destruyendo toda posibilidad de cerrar el conmutador."

3 comentarios:

Victoria dijo...

Miedito. Pucho miedito.

Josu Sein dijo...

Dioses y hombres. Qué fue primero, el huevo o la gallina.

Javier dijo...

Es que el endiosamiento tiene estas cosas... uno empieza a creer que está por encima del bien y del mal y termina convertido en un divino tirano.

He vuelto a la vida tío Fet. Las complicaciones continúan en el mismo lugar pero he conseguido emerger un poco la cabeza. Ya veremos lo que aguanto a flote.

Encantado de volver a leerle. Reciba mis más cordiales respetos.