El otro día, mientras entrenaba para los 50 kilómetros marcha de Putada Ville, escuchaba por la radio de mi walkman (650 gramos de aparato puramente analógico, nada de mariconadas de apple o imitadores) a los tertulianos de la cadena SER sentando cátedra –para variar- sobre un asunto de actualidad: la posibilidad de prisión para aquéllos que circulen en sus vehículos sin carnet de conducir.
Al parecer, a los expertos todólogos del programa les parecía aberrante que se pudiese encarcelar a alguien antes de la comisión de un delito; aunque parece que la medida no será tan extremista según afirmó después algún leguleyo relacionado con el asunto: la prisión se reserva a reincidentes o insensatos.
Aducían los tertulianos que era posible que muchos de los que carecen de permiso fuesen mejores conductores que otros que sí se hallan en posesión del mismo, que no debía castigarse preventivamente la posibilidad de que alguno se viese implicado en un accidente por lo que ello tenía de indefensión legal. Que era hacer punible la posibilidad.
Yo, que carezco de licencia de armas, tengo en mi domicilio tres pistolas de la santa casa Sig-Sauer, un AK-47 completamente operativo y una ametralladora de 12/70 mm con bastidor para encastrarla en la trasera de mi Volvo Pickup Tunning cuando me apetezca salir a pegar unos tiros.
Afirmo sin rubor que soy mejor tirador que la mayoría de los que disponen de licencia y, sin embargo, si las FCSE me ubican, podrán imputarme un delito de tenencia ilícita de armas, castigado con prisión. Todo por no tener un permiso administrativo que garantice de algún modo que estoy preparado para hacer uso de tales aparatos.
Un automóvil es una bestia metálica de casi una tonelada, capaz de proyectarse a más de 100 km/h. Un arma que, mal usada, es tan peligrosa como las mías. Si alguien sale a la carretera con algo así, exijo que se pruebe documentalmente que está capacitado para hacerlo. Si no lo está, que se le castigue del mismo modo que se haría conmigo por mi inofensiva afición. Sus armas también matan, y a juzgar por las estadísticas, bastante más que las mías.
O mañana saldré a hacer unos ejercicios al centro comercial. ¿Les parece bien, señores de la SER?
martes, 13 de mayo de 2008
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10 comentarios:
¡Eres Charlton Heston!
¿Cómo lo has adivinado?
No te bastaba con un bote de vaselina industrial y un par de vibradores anal intruder, como a todo el mundo?
Seguro que te fumas unos nuflos del quince a través del cañón, como los de Vietnam.
Vengo exclusivamente a incitarle a que salga a hacer esos ejercicios al centro comercial y si es posible a que me ceda en prestamo algun sig-sauer,para participar en tan legitimo deporte.
Regards from the "nothing", Uncle.
Elija pues por donde empezamos, Niece. Yo propongo el carrefour.
Y por qué no el toisarás?
Los críos puntúan doble.
Hay uno al lado.
o.o
Por el torso musculado, principalmente.
Como demagogia no esta mal, tiene mi visto bueno. Pero la solucion real es prohibir conducir y fusilar a las familias de todo aquel humano inutil que se crea con derecho de viajar en algo con ruedas. O al menos asi me enseñaron padre y madre.
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