jueves, 11 de noviembre de 2010

Cookies

Reproduzco una historia narrada por Douglas Adams en su "The Salmon of Doubt: Hitchhiking the Galaxy One Last Time".




"Lo que voy a contarles le ocurrió a una persona real, y esa persona soy yo. Iba a coger un tren, y había llegado con un poco de antelación porque había anotado mal la hora de salida. Fue en abril del 76, en Cambridge, Inglaterra.
Compré el periódico por el crucigrama, pedí un café y un paquete de galletitas. Me senté a una mesa.
Quiero que visualicen la escena, es importante que la recreen con claridad.
Así que tenemos la mesa, periódico, café, paquete de galletas. Hay un individuo sentado enfrente, perfectamente normal, trajeado y con un maletín. No parecía que fuese a hacer nada anormal. De repente, se estiró, agarró el paquete de galletas, lo abrió, cogió una y se la comió.
Esta, debo admitirlo, es la clase de asuntos con la que los británicos no sabemos lidiar. En nuestro acervo, educación o cultura no hay nada que te enseñe a tratar con alguien que, a plena luz del día, te roba tus galletas.
Sabes qué ocurriría si esto hubiera sido South Central, en Los Angeles. Habría habido tiroteos, helicópteros, CNN... Pero al final, hice lo que cualquier inglés de sangre roja habría hecho: lo ignoré. Y miré al periódico, bebí un sorbo de café, intenté resolver una palabra del crucigrama, no pude, y pensé, ¿qué voy a hacer?
Al final me dije: "Qué más da. Vamos a arreglarlo", e intenté pasar por alto que el paquete estaba "misteriosamente" abierto. Cogí una galletita y decidí: "Esto hará que se dé cuenta". Pero no. Un instante después volvió a hacerlo. Cogió otra galleta.
Al no haberlo mencionado la primera vez, era más complicado sacar el tema la segunda: "Perdone. No he podido evitar ver que...". No funciona.
Y así seguimos todo el paquete. Cuando digo todo el paquete me refiero a que debía haber sólo unas ocho galletitas. Él cogía una, yo cogía una, él cogía una, yo cogía una.  Finalmente, cuando el paquete se acabó, el individuo se levantó y se fue.
Intercambiamos una elocuente mirada, se alejó, respiré relajado y me apoyé en el respaldo. El tren llegaba, así que terminé el café, me levanté, cogí el periódico y allí, debajo del periódico, estaban mis galletas.
Hay algo en particular de este relato que me gusta mucho: la sensación de que en algún lugar de Inglaterra ha habido un individuo que durante el último cuarto de siglo ha estado dándole vueltas exactamente a la misma historia que yo, sólo que él nunca supo cómo acababa el cuento."




12 comentarios:

Victoria dijo...

Esto va de lavadoras.
¿A que sí?

Fet dijo...

Pos nusé...

Quimi dijo...

Aún me quedan pendientes los últimos de la saga del "Autoestopista galáctico" pero reconozco que es uno de mis autores favoritos, excelente cita mase tito Fet.

Victoria dijo...

Nah, en serio. Melosplique, porfis, porque no me pispao de nada.

Adrian Vogel dijo...

no entendí la relación del video con el excelente relato.

Fet dijo...

La relación está clara, Maese Mundano: no hay.

Anónimo dijo...

¡Cómo mola, Maese, la historieta, el vídeo, los comentarios y tó..! (Aunque del vídeo apenas me he enterao, cosa de mi inglés.., pero con lo que he entendido me troncho).

Fet dijo...

"Hope you have cookies enabled", le dice el Oráculo a Neo. Ahí tiene su relación, Maese Vogel.
^^Obrigado, Maese Sostiene.

Josu Sein dijo...

No pensaba comentar hasta que no viera a más gente comentando, porque cuando lo leí nadie había dejado ningún comentario y estaba patidifuso. Y mi inteligencia aún sólo da para decir:

XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

gOtaS dijo...

todavía no he salido de mi asombro niño....dame un tiempo para asimilarlo...uff..me lo tengo que mirar un día de estos...

HugoMM dijo...

Sí saben reaccionar. 14 años después, pero saben reaccionar.

Adrian Vogel dijo...

Ahora me siento peor: me lo explican y lo entiendo menos aun. Serán cosas de la edad... Gracias por su paciencia Sir Fet.