jueves, 2 de octubre de 2008

De tráficos y victorias pírricas

El fin de semana del 26 al 28 de septiembre perdieron la vida en nuestras carreteras ocho personas. Supongo que para sus familias y amigos el dato no sería un consuelo, pero para el común de los mortales suponía una magnífica noticia.
El jefe de la DGT, Pere Navarro, se congratulaba en una emisora de radio de que las medidas recientemente implantadas arrojasen unos resultados tan impactantes. Hablaba del carnet por puntos, la reforma del código penal, el mayor control en las carreteras.
En su ansia por condecorarse, respondía a la pregunta de si la crisis no sería un factor a tener en cuenta con un: "Hombre, alguna incidencia tiene. Pero no creo que llegue a un 5% del total".
Pues yo sí lo creo, señor mío. Y creo que el efecto provocado por la crisis es un revulsivo muy superior a todas las medidas y campañas que puedan llevar a cabo organismos y asociaciones.
Cuando se estrenó el carnet por puntos fue tal la avalancha de información a la que nos vimos sometidos que prácticamente nadie permaneció indiferente. En carreteras y autovías se percibía con claridad una drástica reducción en la velocidad de circulación de los vehículos. Duró lo que duran estas cosas: en dos semanas la peña volvía a las andadas saboreando la chapa bajo el pedal.
Pero la crisis, ¡ay, amigo! La banda descubrió que con el litro de combustible a euro y medio, darle cera al coche era un pasaporte a la ruina. Caímos en la cuenta de que, marchando en la punta del gas, podíamos hacer un 25% más de distancia con el mismo carburante. Así que todo dios levantó el pie del acelerador -salvo, obviamente, aquellos que no tienen demasiados problemas para llegar a fin de mes- o aparcó el coche para usar más la bicicleta o el autobús, sin tener en cuenta que el número de desplazamientos vacacionales o de asueto también se vio espectacularmente reducido.
Ingenuo es pensar que medidas y campañas van a concienciarnos de que es necesaria una actitud más civilizada al volante. Claro que ayudan, pero su efecto es cortoplacista. Somos humanos y españoles. Nuestros ex-presidentes reclaman su derecho a conducir borrachos y como se les ponga en la punta del cimbel, qué no haremos el común de los curritos; pero el bolsillo lo sentimos más que la propia vida. Eso sí que no nos gusta que lo toquen.
Así que, si la crisis es lo suficientemente prolongada, es posible que se marque tendencia. Hoy por hoy se ve a gente que conduce dentro de los límites de velocidad, cosa nada habitual por estos pagos. Al final habrá que agradecerle a los arquitectos del desaguisado iraquí y a los mangantes de las subprimes y la especulación inmobiliaria el que el número de muertes en la carretera se reduzca día a día. Cosas veredes, amigo Sancho.

auto chino

♫Precausión, amigo conductooooor♫

6 comentarios:

Victoria dijo...

Yo voy a la contra. Ahora estoy pensando en sacarme el carnet de conducir.

Cosas veredes para que las creyeres.

Capitán Tormentas dijo...

…Cosas veremos amigo Fet.
Una buenísima reflexión y un aun mas acertado análisis del descenso de siniestros. Y creo que aun se lo podríamos aplicar a muchas cosas mas, como el tabaco por ejemplo; que si no valiera tres euracos el paquete, no oiríamos tanto eso de…¿Joder tio, aun no dejaste de fumar? que poca voluntad, yo llevo un año sin el puto veneno ese!
Con tu permiso inserte en mi blog la mosca cojonera esa que tienes ahí arriba, estaría bien un foro con ese titulo… “La mosca cojonera”

Crisis. dijo...

Es que ahora lo que se lleva es el nuevo chevrolet san fernando...
que va sin gasofa ni ná.
una maravilla de la ingeniería automovilística

=D

Raimunda dijo...

Ya tedigoooorr!!!
No hay más que ver lo que ocurrió en el puente de Vuestra Sra., que sobraban 2 carriles y medio en las autovías.
La peña saquedao en casita este verano, así cualquiera.

Juan Tamenela dijo...

Entre la crisis y que nos frien a multas con los radares pues eso, ni un duro para irse de vacas o de finde.

Anónimo dijo...

Coge la bici, is easy.