martes, 23 de diciembre de 2008

Objetas y caraduras

Apesta a Excrementos 2, 22 de febrero de 2008

Church

Esta mañana he ido al centro de salud del area rural norte de Putada Ville para pedir cita con el proctólogo. Para entretener la espera y debido a que tenía pocas ganas de que el individuo este borracho que siempre está en los ambulatorios me contase su vida, me dediqué a leer los carteles y notas que había desperdigados por las paredes. En uno de ellos, el director, gerente o como sea que se llame el que está a cargo del centro, explicaba sus razones para no dispensar la píldora del día después a aquellas pacientes que lo solicitaran. El motivo fundamental era de conciencia, después venía una larga lista de argumentos gaseosos y finalizaba con la madre de todos los desatinos: según la luminaria esta, había un mercado negro para la pdd que ellos no querían alimentar. Para un indigente intelectual semejante, la relación causa-efecto entre la negativa médica a dispensar la pastillita y que la gente se tuviese que buscar la vida en la calle no existía. Exigir un razonamiento tal a un cristofreak debe venir a ser como pedirle a Acebes o Mayor Oreja que lleven a cabo un experimento encaminado a lograr la fusión fría de un par de isótopos de hidrógeno, supongo.
Al igual que emplazaba a los jueces y juezas que se negaban a unir en matrimonio a gays y lesbianas a dejar su cargo, invito desde este modesto rincón a estos señores médicos corroídos por las dudas morales a que abandonen su puesto de trabajo y se busquen las lentejas en algún centro privado. Porque mientras desempeñen su labor en un centro público, mientras cobren un sueldo del dinero de todos -los que son de su cuerda moral y los que no- , sus cuitas éticas personales pueden introducírselas una a una por el ojete. Dedíquense a cumplir con lo que está legislado o váyanse a donde sus idioteces no le arruinen la existencia a ninguna chiquilla o no tanto. Y es que ustedes ese día dormirán tranquilos, pero les aseguro que ellas no.

11 comentarios:

Maya dijo...

Malditos cristofreaks!
Prueba en tu trabajo a decir "no quiero o no voy a hacer esto" y verás qué ocurre. Desde cuando un "funcionario público" puede hacer lo que le dicte su puñetera y rancia conciencia?
Mal casa la ciencia y la religión. Mal.

Anónimo dijo...

buenas prosa. vas mejorando.

Anónimo dijo...

Tan difícil es que funcione una sanidad Pública?, un Estado Aconfesional y de Derecho?, las Libertades Individuales?.
No lo entienden o es que pasan?

Anónimo dijo...

Lo entienden perfectamente pero no lo comparten y por tanto lo combaten. Un cinturon de castidad con pinchos les ponía, para que estén a la altura de sus conciencías

Premaswarupa dijo...

Que desgracia...
-.-
Si está legislado, no hay manera de hacer una denuncia formal?
No es un delito negarse a suministrar una droga en un centro de salud público?

Seguirá sucediendo hasta que las leyes se cumplan con la severidad que merece el caso...
Me enferma la sola idea de una chica obligada a hacer lo que no quiere...
Es una violación, tan dantesca como cualquier otra.

Besos desde mi orilla.

Maritoñi dijo...

Dede luego es que manda cojones, por no decir "manda pildoras". Casi que no me lo puedo creer. Espero que esto no ocurra en muchos ccentros de salud.

Gracchus Babeuf dijo...

Denuncia, tío, denuncia. Mira cómo acabó el cerdo del juez Calmita.

Tamaruca dijo...

O__O

José Segura Sola dijo...

Un descubrimiento de cojones encontrar este blog. Un abrazo.

carlos123 dijo...

Mr. Babeuf, y como acabo?

Small Blue Thing dijo...

Denuncia, dice. ¿Te quieres creer que este año he comprado bonitos calendarios de mesa a 4 euros para poner en el Área de Salud Mental, a ver si quitan la mierda esa de las variaciones de El Grito para describir las distintas enfermedades? Esos y el de los Artistas con el Pie, a ver si se pispan.

Como para hablar de relaciones causa-efecto.