Sustancias peligrosas

Un 98% de los convictos por crímenes violentos consume pan. La MITAD de los niños que crecen en un entorno familiar en el que se consume pan están bajo la media en los tests de inteligencia. En el siglo XVIII, cuando prácticamente todo el pan se cocinaba en el hogar, la expectativa de vida era menor de 50 años; la tasa de mortalidad infantil era desmesuradamente alta; muchas mujeres morían al dar a luz y enfermedades como la fiebre tifoidea, la amarilla y la gripe arrasaban naciones enteras. Más del 90% de los crímenes violentos se comete en las 24 horas siguientes a la ingestión de pan. Sociedades tribales primitivas que no consumen pan, muestran una baja incidencia de cáncer, Alzheimer, Parkinson u osteoporosis. El pan ha demostrado ser adictivo. Sujetos privados de pan y alimentados únicamente con agua, han suplicado pan en el ridículo plazo de dos días. El pan es a menudo una vía a otras sustancias, llevando al consumidor a otras más fuertes como mantequilla, mermelada e incluso embutidos. El pan se cocina a unos 240 grados C. Tal calor puede matar a un adulto en menos de un minuto. La mayoría de los consumidores de pan son incapaces de distinguir entre un hecho científico comprobado y un galimatías estadístico sin sentido. Visto por la red, el MonEsVol sabrá donde.