Imagen publico.esAyer, viendo fotografías de los actos, me quedé un buen rato contemplando la imagen de un hombre que llevaba un pañuelo con los colores de la republicana al cuello.
Se me vino a la mente la palabra “legitimidad”. Ellos, los pocos que sobrevivieron a la guerra, las purgas y el posterior lavado de cerebro, son los representantes de lo que deberíamos ser. De un hermoso momento histórico en el que el pueblo de este país decidió el modelo de sociedad que quería. En el que cabía desde Falange hasta el PCE.
Después volví al presente, a esta Marina D’Or decretada por el dictador. A la bandera que representa a los violentos y a los intolerantes, al reyezuelo que nos impuso el déspota, el himno del régimen. A esta farsa de democracia impostada donde los justos ocupan el banquillo y los violentos sonríen mientras sus amos, con los caudales en paraíso fiscal, les acarician el lomo.
Y siento asco y vergüenza.
6 comentarios:
No eres el único, amigo, no eres el único.
Salute.
Diría amen si no fuera tan anticlerical, ¡qué cojones! ¡¡Amen!!
Y es por eso, amigos, por lo que el Zorro ¡ha vuelto!
Demomierdas. Es falsa.
En serio... que están pidiendo a gritos que salgamos a la calle a cambiar esto, pero salgamos todos porque si tenemos que esperar a que cambien las cosas los mierdosos y cagones que hay al mando vamos apañados.
A mí se me pone el nudo de la falta de control emocional. Cuesta mucho retener la víscera cuando te percatas que es la primera vez que los familiares salen a la calle en masa con las fotos de los suyos.
Mucha vergüenza, sí. Toda la que los pepesunos desconocen, por mucho colegio privado que les den.
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